El gran ramillete de disciplinas para la formación técnica industrial y el desarrollo de las bellas artes, potenciará la calidad de la educación, la pertinencia para el trabajo colaborativo y la generación de producciones innovadoras, los que pueden fluir a partir de intereses, aptitudes y motivaciones de los dinamizadores así como las del personal en formación.

 

Una educación para la vida y la sociedad, determina una formación para el mundo de las ciencias prácticas donde la coherencia entre el pensar, decir y ejecutar será el resultado del aprendizaje y de las buenas actividades de enseñanza. 

Lo anterior, es un canal para los momentos de la pedagogía técnica representados en los aprendizajes gráficos, conceptuales y en los procesos de asimilación experiencial.